¿Cómo elegir el protector solar?

Descubre todo lo que necesitas saber para proteger tu piel y recorrer con facilidad los pasillos de los protectores solares.

Desde barras y aerosoles hasta lociones y cremas, aquí te contamos qué buscar para mantener tu piel protegida, hidratada y saludable esta temporada.

No importa cuáles sean tus planes para este verano, siempre debes elegir un protector solar de amplio espectro, resistente al agua y con un factor de protección (SPF, por sus siglas en inglés) de 30 o superior.

Cuando elijas un protector solar, asegúrate de que:

Tenga un factor de protección SPF de 30 o superior: el SPF indica el nivel de protección que brinda el protector contra los dañinos rayos ultravioleta B (UVB) del sol. Un protector solar con SPF 30 bloquea cerca del 97 % de los rayos UVB, mientras que uno con factor SPF 50 filtra alrededor del 98 %. 

Cuente con una etiqueta de amplio espectro: que indique que protege contra los rayos solares ultravioleta A (UVA) y B (UVB). La radiación UVB pueden causar quemaduras, pero los rayos UVA también son peligrosos, ya que pueden acelerar el envejecimiento de la piel. La exposición a los rayos UVA y UVB puede causar cáncer de piel. La opción más segura es un protector que filtre ambos tipos de radiación y que se use según las indicaciones.

Sea resistente al agua: esto significa que el protector solar puede seguir funcionando por un tiempo, aunque la piel esté mojada o sudada. Sin embargo, es necesario que lo reapliques después de nadar, sudar o secarte con una toalla. Ten en cuenta que ningún protector solar es completamente a prueba de agua o sudor.

Si vas a realizar actividades deportivas o al aire libre este verano, un protector solar deportivo o resistente al agua puede ayudarte a proteger tu piel. A diferencia de los protectores regulares, estos suelen ser sometidos a pruebas para medir su eficacia y determinar cuánto tiempo puedes nadar antes de que el SPF comience a disminuir, por ejemplo, unos 40 u 80 minutos. Sin embargo, independientemente de si tu protector solar es resistente al agua o no, asegúrate de que ofrezca protección de amplio espectro.

Si buscas una opción más natural, algunas personas prefieren protectores solares orgánicos o biodegradables. Si decides optar por estos productos, lee las etiquetas con atención.

Los protectores solares pueden contener ingredientes químicos, físicos o una combinación de ambos. Los protectores solares de base química, como la oxibenzona y la avobenzona, protegen tu piel absorbiendo los rayos ultravioletas y convirtiéndolos en energía térmica. Por otro lado, los protectores solares con ingredientes físicos o minerales te protegen reflejando los rayos ultravioletas antes de que lleguen a tu piel. El dióxido de titanio y el óxido de zinc son ejemplos de ingredientes de protección solar física. Los protectores solares que contienen estos productos reflejan los rayos UVA y UVB, brindando protección de amplio espectro.

El tipo de protector solar que elijas utilizar dependerá de varios factores, como la facilidad de aplicación, la sensación en la piel, la zona del cuerpo, tu tipo de piel y las actividades que realizarás durante el día.

• Barras: ideales para aplicar en la cara y evitar el contacto con los ojos.
• Lociones: más fáciles de esparcir sobre la piel. 
• Geles: buenos para zonas con pelo.
• Cremas: una buena opción para usar en la piel seca y el rostro.
• Aerosoles: más fáciles de aplicar en niños. Aplícalo en un lugar bien ventilado y ten cuidado de no inhalarlo. Nunca lo rocíes directamente sobre tu cara, mejor rocíalo en tus manos y luego distribúyelo con los dedos. Asegúrate de usar lo suficiente para cubrir por completo la piel expuesta.

La mejor manera de cuidar tu piel es reduciendo la exposición a los rayos ultravioleta. Mantente alejado del sol y busca la sombra entre las 10 a.m. y las 4 p m., cuando la radiación es más intensa. Usa un protector solar de amplio espectro resistente al agua con un SPF 30 o superior cada vez que te expongas al sol por más de un breve período, y prueba con sombreros de ala ancha, lentes de sol y ropa que proteja la piel expuesta.

Revisado clínicamente y actualizado en octubre de 2021.